Sólo si sois jóvenes e ingenuos, aún no os habrá dado tiempo a llegar a la conclusión más evidente de esta existencia nuestra: la vida es muy complicada. En palabras más gruesas y obvias, LA VIDA ES UNA PUTADA. Sin romanticismo, sin frases de Mr. Wonderful. LA VIDA ES UNA PUTADA.
No siempre es así, por supuesto. Si somos afortunados, la balanza de nuestras vivencias satisfactorias se inclinará de modo que se nos lleguen a olvidar los malos momentos, pero, irremediablemente, de vez en cuando, surgirá un "La vida es una mierda", o un "Es lo que hay"...
Durante los últimos meses he sido consciente de la importancia de tener una expectativa de felicidad en el horizonte para calmar los momentos en que las cosas no salen como a uno le gustaría. He sido inmensamente feliz esta última semana. He admirado a ese bendito grupo de chavales (ya señores de mediana edad) británicos, desde que era una adolescente, y tenerlos delante de mí (o en un coche a mi lado) ,cantar, bailar, reír al ritmo de sus canciones, acompañada de una de las personas más importantes en mi vida, ha provocado un subidón de dopamina que espero me dure muchos días. Pero no, no vengo a hablaros de los conciertos de Take That y de mi amor por ellos. Estoy aquí para contaros algo de los 9 meses anteriores.
El día 16 de octubre del año pasado por fin apareció, POR FIN, España entre las fechas de la nueva gira de estos chavalines. El 19, ya teníamos las entradas para el de Barcelona. Entre ese momento y hoy, 9 largos meses. Ahora volvemos al principio del post: LA VIDA ES UNA PUTADA.
Mi día a día no es más fácil ni más difícil que el de cualquiera. Luces y sombras, a ratos agotamiento, malas noticias y preocupaciones, afortunadamente más o menos en equilibrio con la alegría y los buenos momentos. Lleno por adelantado mi calendario de días mandarina, el color que elijo para marcar las obras de teatro para las que me voy comprando entrada. Siempre tengo planes en el horizonte, ya sea con otras personas o conmigo misma, y en momentos complicados, me agarro a esa futura felicidad que preveo vivir en una fecha ya determinada. Imaginaos lo que ha sido tener un plan a 9 meses vista. No un plan, EL PLAN, algo con lo que llevaba soñando años y años y que, francamente, había llegado a pensar que nunca sucedería. Cada momento en el que he desfallecido desde octubre, tan sólo tenía que pensar en este mes de Julio para sonreír. Cada día de convencimiento de que no podía con todo, recordaba que estaba ahorrando para vivir al máximo este verano. Cada canción de ellos que sonaba de forma aleatoria, me hacía soñar...
Y llegó el momento, y el sueño se hizo realidad y volé mucho más alto de lo que había imaginado y fui tan feliz que no podía dejar de sonreír, incluso aunque tampoco podía dejar de llorar. Y hoy, hace un rato, caminaba hacia casa sintiendo a la vez plenitud y vacío, siendo consciente de la importancia de agarrarse a las ilusiones para seguir adelante. Y pienso en lo que tengo por delante: Lisboa, Vitoria, Londres, ¡HAMILTON!, y sí, claro que la vida es un poco putada, gente, pero está siempre en nuestra mano conseguir que al menos a ratos no lo sea.
Haced planes, grandes o pequeños. Un vermú, una comida, un paseo, también pueden ser fantásticos si son con la gente adecuada. Haced planes con tiempo. Comprometeos, apuntadlos en un calendario. Soñad con los momentos que vendrán. Y dadles la espalda a los días malos y agarraos a la esperanza de que vendrás otros mejores. Porque llegarán, han de llegar.
Como dicen estos chicuelos de Take That en una de sus nuevas canciones:
This life ain't no bed of roses
This life will take everything that you've got
In this life, there's no second chances
Make this life yours
MAYA.
P.D. - Gracias por leerme. No me puedo creer que haga casi tres años que no escribo nada... Bueno, una obrita de teatro en inglés para mis peques, pero eso no cuenta. No parece que podáis contar conmigo para publicar muy a menudo, pero, ¿os apuntáis a algún plan? OS QUIERO.