Viajar es uno de los grandes placeres de la vida. No entiendo a las personas que no disfrutan de ello, o que prefieren no atravesar las fronteras de su país, argumentando aquello tan manido de "Con todo lo que hay que ver aquí...". Si yo dispusiera del dinero necesario, pasaría la vida de ciudad en ciudad, de lado a lado del mundo...
Cada uno de los viajes que he realizado, ha sido un regalo para mí, un regalo que permanece en el banco de los recuerdos que atesoro con más cariño. No ha habido ningún lugar que me haya decepcionado, que me haya arrepentido de visitar. Cada país, su cultura, su gente, me ha aportado algo. Durante unos días puedo sentirme lejos de mi vida, de las pequeñas tristezas ,de los problemas, y olvidarme de quién soy. Hacía ya un par de años, quizá tres, que no me embarcaba en un viaje que esperar con ilusión, para el que vas descontando días, y que, cuando termina, te deja un regusto amargo, porque la felicidad que has sentido se te escapa, y, durante unos días, vives de recuerdos, deseando que nunca hubiera acabado.
Cuba ha entrado en mi corazón para quedarse; una aventura inesperada, un destino no planeado y unas vacaciones inolvidables. La Habana es calor, sudor y mojitos... Es música en cada esquina y colores estridentes. Es salsa, es baile, es una exposición de coches antiguos. Es el sabor de sus camarones o de la fruta bomba. Es el Malecón y el mercado de artesanía. Es piel negra y sonrisa blanca. Es ritmo y risa...
Varadero es paraíso, arena blanca y mar turquesa. Es paz, descanso y relax. Es sol y alegría. Es luz y simpatía. Es clases de baile y gimnasia en el agua del mar. Es pasar horas sobre una tumbona y dejar pasar tiempo con la sensación de que acabas de tumbarte. Es flotar en el Atlántico como si no existiera nada más que tú, el océano y el sol. Es la foto más hermosa de mi vida, la del beso con Nemo. Es la sensación más reciente que he tenido de felicidad absoluta.
Cuba ha significado algo más que unas vacaciones para mi. Ha sido un reencuentro con la vida, con la parte de mí que gusta compartir, con la chica que sonríe y disfruta, con la que es fácil convivir. Ha marcado el comienzo de lo que, espero, sea una maravillosa amistad y la NECESIDAD de seguir viajando, de seguir llenando el alma de vivencias, de personas, de imágenes, de MOMENTOS...
MAYA
Cada uno de los viajes que he realizado, ha sido un regalo para mí, un regalo que permanece en el banco de los recuerdos que atesoro con más cariño. No ha habido ningún lugar que me haya decepcionado, que me haya arrepentido de visitar. Cada país, su cultura, su gente, me ha aportado algo. Durante unos días puedo sentirme lejos de mi vida, de las pequeñas tristezas ,de los problemas, y olvidarme de quién soy. Hacía ya un par de años, quizá tres, que no me embarcaba en un viaje que esperar con ilusión, para el que vas descontando días, y que, cuando termina, te deja un regusto amargo, porque la felicidad que has sentido se te escapa, y, durante unos días, vives de recuerdos, deseando que nunca hubiera acabado.
Cuba ha entrado en mi corazón para quedarse; una aventura inesperada, un destino no planeado y unas vacaciones inolvidables. La Habana es calor, sudor y mojitos... Es música en cada esquina y colores estridentes. Es salsa, es baile, es una exposición de coches antiguos. Es el sabor de sus camarones o de la fruta bomba. Es el Malecón y el mercado de artesanía. Es piel negra y sonrisa blanca. Es ritmo y risa...
Varadero es paraíso, arena blanca y mar turquesa. Es paz, descanso y relax. Es sol y alegría. Es luz y simpatía. Es clases de baile y gimnasia en el agua del mar. Es pasar horas sobre una tumbona y dejar pasar tiempo con la sensación de que acabas de tumbarte. Es flotar en el Atlántico como si no existiera nada más que tú, el océano y el sol. Es la foto más hermosa de mi vida, la del beso con Nemo. Es la sensación más reciente que he tenido de felicidad absoluta.
Cuba ha significado algo más que unas vacaciones para mi. Ha sido un reencuentro con la vida, con la parte de mí que gusta compartir, con la chica que sonríe y disfruta, con la que es fácil convivir. Ha marcado el comienzo de lo que, espero, sea una maravillosa amistad y la NECESIDAD de seguir viajando, de seguir llenando el alma de vivencias, de personas, de imágenes, de MOMENTOS...
MAYA
Quitando le específico "cubano" de tu relato, ya que no he tenido el gusto TODAVÍA, comparto todo lo que dices: viajar (sobre todo al extranjero) es uno de los grandes placeres de la vida, lo insustituible de las vivencias y, en definitiva, cómo nos cambia nuestro corazón.
ResponderEliminarPero eso es sólo el primer paso. Algo que nos cambia de verdad, nos mueve. Nos mueve a la acción. Si no, se queda en un yuyu que nos dio... pero efímero. Dentro de la acción, caben 1000 cosas: cartearse, colaborar con una ONG, escribir un relato (¡y enseñárselo a los amigos!), echarse una pareja cubana... jeje... pues eso... 1001 cosas.
Aunque el mundo es cruel y nos recuerda que para viajar-gastar hay que currar-ingresar... :s
El sitio de Maya te enseña, el sitio de Maya entretiene, y yo te digo contento, hasta la entrada que viene...
Besos!!
Tienes toda la razon del mundo, aqui hay muchas cosas que ver pero es que fuera de aqui hay aun mas cosas y personalmente creo que nadie deberia de quedarse sin viajar fuera de su pais de origen al menos una vez en la vida.
ResponderEliminarEs algo enriquecedor y a la vez fascinante el descubrir nuevas culturas, nuevos paisajes, sabores desconocidos por nuestros paladares....y si ademas te dejan un regusto amargo es porque te lo has pasado genial y no dejas de pensar en cuando podras volver a viajar....
Enhorabuena, tu blog cada vez engancha un poco mas, ya espero impaciente la proxima entrada.
Viajar es lo mejor, dentro y fuera del país, te enseña muchas cosas y te abre la mente... besos Enhorabuena... L.
ResponderEliminarYa me habías comentado lo mucho que te había gustado este viaje. La verdad, después de leerlo creo que todo el mundo querrá visitar el país. Ahí veo un filón, que te contrate el gobierno Castro para promocionar el país.
ResponderEliminarSoy Nube, pero me sale un mensaje raro de la URL. Ya investigaré mañana.
Hola viajera,
ResponderEliminarAl leer este artículo (uy perdón, sabes que no soy, ni me gusta serlo, para nada mal hablado, y no quería nombrar semejante zona corporal en un post tuyo), me ha generado una ligera controversia mental, con sentimientos contrapuestos.
Dices "no entender a las personas que prefieren no atravesar las fronteras de su país"; ¿por qué?, ¿porque dicen que "con todo lo que hay que ver aquí..." les sirve de excusa?, ¿y por qué no?.
Tengo clarísimo, que dentro de "nuestras" fronteras, hay verdaderas maravillas, tanto arquitectónicas como paisajísticas, como también y no menos importante, culinarias (hostias!!!, casi otra vez el dichoso "culo", jijiji).
Con esto no excuso ni defiendo a nadie, que conste, pero hay quien prefiere quedarse "en casa" a disfrutar de lo que hay, o simplemente, no necesita irse a ningún lugar a conocerlo, por bonito que sea o le hayan dicho que lo es.
Particularmente, no se en qué grupo debería encasillarme, si en los que "se van" o en los "que se quedan"; tal vez tenga un poco de cada.
Eso sí, leyendo tu relato(y disfrutándolo como siempre), no voy a discutir ni por lo más remoto o sagrado, que con tu descripción del viaje a Cuba, tanto la que haces de La Habana como de Varadero, es simplemente idílica, y consigues, al menos en mi persona, las ganas de ir lo antes posible, no sea que se acabe.
Me alegra saber que ese regusto amargo, aún pasados 30 días de tu vuelta, todavía te perdura; significa que el disfrute fue casi máximo en cada instante que estuviste en "tu isla", porque tal y como la describes, ahora es más tuya que de nadie.
Espero ser yo, a partir de ahora y más si cabe, quien disfrute de tu sonrisa, que parece ser que por el momento, se va a quedar contigo durante mucho tiempo.
Eso sí, tal y como nos has contado tus vacaciones, RECUERDA que para las próximas, me apunto a ir contigo........aunque me "contrates" como sherpa.
Muchos besos y hasta pronto, amiga.
Gracias a todos, como siempre, por perder un ratito de vuestro tiempo leyendo este blog.
ResponderEliminarYo, querido, no pretendía hacer un alegato en contra del turismo nacional. De hecho yo lo practico todo lo que puedo, y me encanta!! Sin embargo, siento que este argumento lo utilizan muchas personas a las que les falta valor para embarcarse en viajes un poco más grandes.
Espero que todos podamos disfrutar de mi sonrisa, no seas egoísta!!
A Javi, a L. y al anónimo pesado, gracias por no faltar a nuestra cita aquí, y a Nube, tía, o sea, deja de ser tan materialista, mujer!! ;-P
Buenos días, Maya. Gracias por hacernos viajar a Cuba con tu relato. Es maravilloso viajar, soñar e ilusionarse!!! Yo a menudo busco en internet viajes que probablemente nunca haré pero sólo el imaginarlos y pensar que me iría con mi gente cercana y mi familia me provocan instantes de felicidad!!!
ResponderEliminarHola mi niña!! Por fin me he podido meter en iternet un rato y he podido disfrutar de tu post, tienes la capacidad de hacernos sentir,de hacernos vivir tus sentimientos, ilusiones, penas y alegrías con cada una de tus palabras... ya sabes que a mi me encanta viajar, y que durante una gran época de mi vida he podido disfrutar de viajes increíbles, ahora, como la cosa está como está para todos, no sólo para mi, me es prácticamente imposible... pero la verdad, lo estoy deseando... lo necesito... pero gracias a tus palabras, a tus anécdotas y a tus fotos, este año he tenido otra experiencia de viaje, que también ha sido bonito y especial...
ResponderEliminarUn besazo enorme, y gracias por tus relatos... estoy deseando leer el siguiente!! espero que no se haga desear tanto como este... jajaja... ;-)
No tengo la fortuna de conocer aún Cuba... solo espero poder hacerlo pronto. Pero estoy totalmente de acuerdo con tu opinión sobre la gente que dice que prefiere quedarse aquí y no pasar "fronteras". Es muy respetable la decisión de esas personas, pero también creo que viajar es mucho más que conocer una cultura.... es una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte, que nos es ofrecida en el interior de la otra. Y para poder tener voz de opinión, se debe saborear antes....
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