La imagen que proyectamos, lo que el resto del mundo ve en nosotros, es algo similar al momento en que escuchamos nuestra voz en un video, en una grabación. No es fácil reconocernos, aunque nos identifiquemos con ciertos rasgos. No siempre nos gusta esa imagen que ofrecemos, y, en otras ocasiones, nos halaga saber lo que otros aprecian en nuestro comportamiento y nuestra forma de ser.
Hace unos días, una persona que aún no me conoce demasiado, pero con la que ya existe un sentimiento de cariño y respeto, me dijo que lo que yo le transmito es "pura vida". Me sorprendió esa definición, cuando en este momento no me siento especialmente viva, y pensé que, en definitiva, lo que le ofrecemos al mundo es absolutamente subjetivo, y, del mismo modo que, quizá de una forma inconsciente a veces, y otras llevados por una intención concreta, no nos comportamos igual con todas las personas, la interpretación y la percepción de dichas personas la mayor parte de las veces escapa a nuestro control.
Tengo una tendencia obsesiva al disimulo y a dar una imagen a los demás que a ratos se desmorona junto con mi estabilidad, y por ello me halagó muchísimo ese "pura vida", porque me pareció una forma muy hermosa de describir a alguien, en un momento en que precisamente no me importa demasiado lo que nadie opine de mí, y no me esfuerzo especialmente por cultivar la imagen de simpatía y amabilidad que he intentado dar siempre. Ser "pura vida" no implica que todo sea positivo, sino que se transmite pasión y sentimientos, y si es cierto que algo de eso se puede apreciar en mí, me alegro infinitamente.
Mi psiquiatra dice que soy una persona narcisista, y sabe que me molesta mucho que utilice ese término, porque lo asocio con rasgos de personalidad negativos: arrogancia, manipulación, humillación a otras personas... Su explicación es que tengo una terrible necesidad de aprobación, y supongo que en cierto sentido, tiene razón, y que a veces cedo al deseo de agradar y busco la gratificación de sentirme querida... Quiero pensar que no perjudico a nadie con ese comportamiento, porque, de hecho, todos necesitamos sentirnos queridos.
Creo que acepto las críticas de una forma elegante, pero hace algún tiempo alguien me dijo que soy egocéntrica y prepotente, y me sentí muy herida. Pensé que se equivocaba, pero que tenía que haber algo que le impulsara a tener ese concepto de mí. Al final, la única realidad, es que hay tantas opiniones como personas, y a lo largo de la vida, supongo que dependiendo de nuestro momento y del momento ajeno, despertamos muy diferentes sentimientos. En mi caso, reconozco que me he sentido rechazada por más personas de las que hubiera imaginado, y que, por algún motivo, suelo despertar reacciones muy radicales, moviéndose ciertas personas, incluso, de los sentimientos más positivos a la negatividad más absoluta...
¿Qué diría yo de mí misma...? Intento ser buena persona, buena hija, buena hermana, buena amiga, y no siempre lo consigo. Soy fiel y leal a la gente a la que amo, y amo con intensidad. Me gusta pensar que no soy rencorosa, pero hay momentos en los que el rencor me vence. Intento ofrecer alegría, incluso aunque muchas veces sólo destile tristeza. Soy mi peor enemiga y, aunque lucho, me rindo más veces de las que debería. Soy extremista y dramática; soy muy feliz, soy muy desgraciada. Estoy viva, a veces me siento muerta. Algunas personas me quieren, otras me desprecian. Respiro profundamente y pienso "Quizá esto sí es ser PURA VIDA..."
Un post muy íntimo... me gusta, me gusta mucho. Yo también pienso que,dependiendo de con la persona que te encuentres generamos un tipo de impresión u otro, porque no todos, gracias a Dios pensamos igual, no todos actuamos de la misma forma....
ResponderEliminarEl otro día en clase de Danza me dí cuenta de una cosa... cada uno ve en la persona que tiene en frente un reflejo de las cosas que te pasan en ese momento por la cabeza, o un reflejo de tu estado de ánimo en ese momento, o incluso un reflejo de tus propias vivencias o experiencias que has tenido a lo largo de tu vida... os explico... hicimos un ejercicio muy simple pero complejo a la vez, que es caminar erguidas al ritmo de la música, y me di cuenta, de que las que somos mas jóvenes en la clase lo hacíamos sin relativos problemas, y las que son mas mayores tenían verdaderos problemas para hacerlo, eran prácticamente incapaces de andar mirando al frente y rectas... cuando la profesora preguntó el motivo, muchas decían que era porque les daba vergüenza ya que los demás podrían pensar que eran unas arrogantes, o unas "frescas", o algo así como "¿donde cree que va esa?"... la respuesta de la profesora fue: "¿cómo va a pensar alguien eso de ti, si también está mirando al suelo por el mismo motivo?, ¿no será que ese es tu miedo, que tu crees que te sientes así y cuando ves a una persona segura de ella misma, o simplemente contemplando el paisaje tú proyectas ese sentimiento hacia ella?"... eso me hizo reflexionar...y pienso que mi profesora en ese sentido tiene razón, vivimos pensando más en el qué dirán que en nuestros propios intereses...
Por lo tanto, yo soy de la opinión, de que tenemos que ser nosotros mismos, estar seguros de nosotros y actuar siguiendo nuestros propios principios sin pensar en el qué dirán o en bobadas de ese estilo, ya que todos tenemos días malos, y cada uno se comportará o verá su propio estado de ánimo el que tiene delante... yo suelo vivir pensando "yo soy así, si te gusta bien, y sino, pues mala suerte"... por supuesto, te puedes amoldar en determinadas circunstancias, pero todo llega a un límite...
Y por cierto, Maya, a mi me encanta como eres, me encanta tu forma de actuar y de pensar, y como ya he dicho, todo tenemos días y rachas malas... llevo muchísimo rezando y pidiendo que tu racha mala pase, no voy a negar que me gusta mas la Maya feliz, pero, sinceramente, Maya es Maya siendo feliz, infeliz, preocupada o ilusionada, ya que Maya sólo hay una, y yo tengo el orgullo de decir que formo parte de su vida y que ocupo un cachito de su corazón.
Te quiero mucho mi vida. Ya sabes donde me tienes. MUAK!!
Gracias, Lorena, por ocupar este espacio como si fuera tuyo, porque lo es, al igual que de todos los que seguís a Maya y queréis a su alter ego, esa que se esconde detrás de estas palabras, pero a la que que casi todos conocéis bien.
ResponderEliminarMe das la oportunidad de decirte, de deciros, que os sintáis siempre libres de escribir y abrir vuestro corazón en este espacio del mismo modo que yo lo hago, porque formáis parte de mi todo, de lo que escribo, de lo que pienso, de lo que amo...
Gracias de nuevo, Lore, por quererme y dejar que yo te quiera.
What's up, Maya?! Cuando yo pensaba en verte desnuda, nunca pensé en que sería esto. Resumen de lo que es la vida: uno le pide cosas, y te las da, pero de forma totalmente inesperada...
ResponderEliminarQue sepas que no estoy para nada de acuerdo con tu loquero. La necesidad de aprobación es un rasgo específicamente humano, como la necesidad de afecto, amor o cariño.
"Pura vida" es el lema de los costarricenses. Vas allí y te lo encuentras en mil carteles, murales o pancartas. Es algo así como mi, "take it easy, calm down!!".
Y, es que, querida amiga Maya, como juramos en la cueva aquella perdida del "college", nuestra auténtica preocupación debe ser extraer el meollo de la vida.
Pero, además, tú, eres privilegiada, porque como ya dijo Blas de Otero, te queda la palabra.
Besos...
Querido anónimo,
ResponderEliminarCréeme si te te digo que esta desnudez que os ofrezco es muchísimo más valiosa que la física, vulgar y común como casi todos los cuerpos desnudos. Mi alma desnuda es, cuando menos, única y especial. Mi carne es, simplemente, carne.
Gracias por compartir conmigo esos versos de Blas de Otero. Nos quedan las palabras como a aquellos les quedaba París.
Te quiero, os quiero.
Pues ahora que sacas a colación París, el valor de París es doble. Por una parte, la propia vivencia de Parías. Pero, tan importante como la propia vivencia, incluso me atrevería a decir que más, fue recuperarlo...
ResponderEliminarTe queremos, Keka!!
Buf...y qué decir yo de "PURA VIDA"...
ResponderEliminar"PURA VIDA" eres tú para mí sin más.
Que ¿POR QUÉ? y ¿PORQUÉ NO MAYA?... No solo respirar es vivir y tú no solo respiras sino que vives. Puede que en unos límites tales que a muchos se nos puede escapar de nuestra métrica pero sun tus límites y son tan de verdad, tan tuyos y claros que es lo que hace que seas PURA VIDA.
Poca gente tiene luz en los ojos o sonríe a las claras sin que su sonrisa resulte una sonrisa de plástico! jajajajaja
Antes de nada darte las GRACIAS. Mil y una veces si es necesario por este POST que una vez más me ha dejado con la boca cerrada y que la he abierto para que saliera el suspiro y al borde de los ojos eso que dicen lágrimas de emoción poruqe para mí...esto...esto es un regalo en toda regla y esto es lo que me hace todavía pensar más lo que una vez te dije pequeña...
Sique viviendo y respirando y no olvides una cosa...que tu vida no te guie porque naces para ser su soberana...
FDO: CHER...
Gracias, Cher, preciosa!!
ResponderEliminarTú fuiste la inspiración de estas letras, así que podemos compartir el mérito.
Es increíblemente gratificante seguir encontrando almas afines mientras la vida se escapa, personas que te aportan su granito de arena y, de pronto, un día, con un comentario afortunado te hacen un poquito más FELIZ.
GRACIAS Y TODOS LOS BESOS DEL MUNDO.
Querida Maya, creo que lo que más sorprende de este blog es su valentía. Usted pone por escrito pensamientos, sueños ,pequeñas obesiones y grandes sueños que el resto de nosotros atesoramos como avaros sin atrevernos a compartirlos, algunas de las veces, ni con nosotros mismos.Espero que ordenar estas ideas esté contribuyendo a ordenar su pequeño gran cosmos.También espero que sigamos siendo testigos de este vivir a corazón abierto. Atentamente, Nube.
ResponderEliminarQuerida Nube,
ResponderEliminarSabes que siempre serás testigo de cada una de mis pequeñas o grandes vivencias, porque siempre lo has sido, y mi vida no tendría sentido sin lo que tú representas en ella.
Me ves valiente y yo me veo cobarde... Soy dual en todos los sentidos, ya ves, pero desde luego tú sí eres de las personas que aún sabiéndolo todo de mí, viviendo mis luces y mis sombras, nunca, NUNCA, ha dejado de apoyarme en todas y cada una de mis decisiones, y de quererme tal cual tocaba quererme en cada momento...
Si alguien me anima a ser valiente, eres tú, y desde luego, si alguien me ha animado a escribir toda mi vida, ERES TÚ!!! Aunque, reconozcámoslo, cuando me animabas, no era esto en lo que pensabas, ¿eh?
I love you (es que ya es repetitivo lo del Te quiero...)
Desde luego este post invita a la reflexión, especialmente el símil con la percepción que tenemos de nosotros y la grabación o vídeo.
ResponderEliminarEn ese ejemplo, es el individuo es que tiene una percepción errónea de sí mismo, y no el resto. Así que a pesar de creer que nos conocemos muy bien... ¿No nos ocurrirá lo mismo en la mayor parte de las ocasiones?
Si os fijais, a lo largo de nuestra trayectoria vital solemos pasar por situaciones repetitivas, y casi siempre cargamos con la culpa a los demás, aunque los "demás" sean distintos cada vez. Así que... ¿nos seremos nosotros los responsables, los que provocamos aquello una y otra vez?
Es similar a cuando el alumno suspende, una y otra vez, siempre por culpa del profesor...
Este es un planteamiento al que desde hace años vengo dando un montón de vueltas, y nunca termino de verlo claro.
Estimad@ último anónim@ (por favor, poneos un psudónimo que me facilite la tarea)
ResponderEliminarTu reflexión es francamente interesante, aunque no me parece que esté directamente relacionada con el tema del post. Me gusta mucho pensar que al leer estas líneas os veáis movidos a intentar identificaros con lo que escribo, o incluso, como este caso, a expresar vuestras propias inquietudes.
Estoy de acuerdo contigo en que sentimos la necesidad de, en repetidas ocasiones, librarnos de la culpa ante ciertas situaciones. Supongo que es una mera cuestión de supervivencia. No es fácil reconocer nuestros propios errores, aunque yo soy partidaria de compartirlos.
Gracias por compartir unas líneas con nosotros.