viernes, 7 de enero de 2011

2011.

Cada año, con la llegada de las fiestas navideñas, de los últimos días de Diciembre, la mayor parte de nosotros no podemos evitar hacer múltiples reflexiones sobre lo que nos deparó el año que nos deja y lo que nos espera en el recién estrenado. Hacemos balance, rememoramos algunos buenos momentos, pero especialmente los que nos han provocado sufrimiento, y conjuramos, deseamos, rezamos que al año siguiente todo vaya mejor.

Resulta ridículo pensar que el cambio de dígito vaya a marcar alguna diferencia en nuestras vidas, como si el nuevo número tuviera un alma mágica con el suficiente poder como para transformar nuestras pequeñas o grandes desgracias en suerte y felicidad eternas, como si el hecho de pasar de 31 de Diciembre a 1 de Enero fuese a marcar una diferencia en nuestros destinos, o como si pudiéramos dejar atrás las heridas en nuestros corazones y empezar de nuevo una y otra vez.

Necesitamos creer, todos necesitamos creer. Creer que el año anterior fue tan sólo una piedra en nuestro camino, que la vida y el destino nos tienen destinados momentos memorables que aún han de llegar, que no nos merecemos las desgracias que nos han sucedido y que el año que estrenamos nos va a devolver a nuestro lugar real, el que realmente nos pertenece y el que nos hará inmensamente felices.

La ilusión de que lo mejor está por llegar nos regala una esperanza en la que apoyarnos, un respiro en nuestro día a día, a veces no demasiado afortunado y un deseo de certeza en una mejoría vital que seguramente todos, de una u otra forma, merecemos.

¿Mi balance de 2010? Ha sido un año difícil, como todos los últimos. La Vida se me ha puesto peleona, y me reta casi a diario. Intento estar alerta, pero hay días que me ataca por sorpresa y me golpea, me lanza contra la pared y acabo medio inconsciente en el suelo. Pero me levanto, siempre me levanto, y me siento orgullosa de decir que en el cómputo global de días, yo llevo muchas más victorias en los combates que Ella.

2010 siempre será el año en que comencé este blog y en el que recuperé la ilusión por escribir. Ha sido el año de las grandes amistades; algunas, las de siempre, reafirmadas, reforzadas por los acontecimientos, profundizando sus raíces hasta lugares inimaginables de confianza y seguridad; otras, las recién llegadas, recibidas con inquietud, porque una ya está cansada de sufrir y resulta cada vez más difícil abrir mi corazón a los que van llegando. Y, sin embargo, el maltrecho corazón vuelve a abrirse una y otra vez a los estímulos externos, porque SENTIR es la única forma que conozco de VIVIR, y los recién llegados, de una extraña manera, se convierten también en imprescindibles.

No espero grandes cambios en 2011. Me he cansado un tanto de desear y esperar cosas que no llegan. En su lugar, quiero que mejore lo que es mejorable, espero tener la fuerza necesaria para ser yo quién lleve a cabo los cambios que mitiguen los malos momentos que surjan en mi día a día, y, sobre todo, deseo seguir contando con todos vosotros, simplemente porque os quiero y me hacéis falta, porque lo que más anhelo es que, cuando haga el balance del 2011, todos y cada uno de vosotros sigáis ahí.

MAYA

7 comentarios:

  1. Hola Maya, de acuerdo contigo en que muchos esperamos que el cambio de digito disipe todas aquellas circunstancias externas o no que nos han creado un malestar o nos han hecho caer tan abajo que casi no nos han dejado levantarnos, Si ese cambio de digito creemos que puede ser mágico, pero al igual que tu yo tampoco creo que ese cambio pueda producir nada si nosotros mismos no ponemos los medios para poder levantarnos y seguir hacia adelante , aunque sea a empujones de la gente que nos quiere, y que no desea que sigamos ahí abajo.
    Con la creencia de que algunas de las cosas no agradables que nos pasan, NO NOS LAS MERECEMOS, pues claro que si, algunas personas como tú y como yo que abrimos nuestro corazón para que aquellos que quieran entren y nos conquisten, les resulta fácil darnos un ligero golpe en nuestra línea de flotación para dejarnos muy tocados. Pero desde luego no creo que podamos apelar al destino o justificarnos en él para decir que lo que nos pasa es cosa del mismo destino o que el mismo destino se encargara de arreglarlo, NO, NO y NO, el destino esta ahí cierto es, pero dependerá de las decisiones que tomemos la conformación del mismo. Siendo aun más claro, diría que es de cobardes, el que únicamente se ampara en el destino para únicamente dejar pasar el tiempo y ver cómo evolucionan las cosas, lo que no vale es que todo te resbale y no decidir únicamente pensando en que el destino lo arreglara todo. Claro que tomar decisiones es difícil, y claro que equivocarse en ellas es una putada, pero no pasa nada por equivocarse, podemos rectificar y volver a tomar la decisión de cambiar aquello en lo que nos hemos equivocado al decidir, no hay nada de malo en ello, y los que de verdad nos quieren nos apoyaran y respetaran ese cambio de decisión. Te pongo un ejemplo personal, hace 3 años me quede sin un amigo por una serie de circunstancias, pero pasados esos 3 años ese amigo se volvió a acercar a mí de una manera que nunca pensé que haría, eso me hizo darme cuenta del error de mi decisión de dejar de ser amigo de él, teníamos amigos comunes y mira tú por donde, todos respetaron mi decisión inicial y también todos se alegraron de mi cambio de opinión. Una muestra clara de que nos podemos equivocar pero sería YO un necio si no me diese cuenta y me echase atrás en mi decisión inicial.
    Necesitamos creer para poder generar una ilusión sobre cosas que en muchos casos no llegan nunca, pero creo que ese es el sentido del ser humano, tener esperanza en algunos casos sobre algo en concreto y en otros casos sobre algo que está por llegar.

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  3. Nos conocemos desde hace tanto tiempo que casi no quedan secretos entre nosotras, así que aprovecharé tu foro para confesarme: Hola, me llamo Nube y me encanta la Navidad. Me encanta juntarme con los míos en Nochebuena y me encanta pensar que la Nochevieja Sí es Mágica y sí cambiarán las cosas. Creo en el destino y en el karma, y también en coger el toro por los cuernos y abrirse paso a golpe de machetazo si es preciso. A lo largo del 2010 hemos reído y llorado y crecido y aprendido. Y sí, estrenar año es un acto de fe. Claro que merecemos ser felices y lucharemos por ello. También espero cerrar el 2011 con todos los que somos y todos los que estamos. Desde aquí con amor.Nube.

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  4. Oyendo a todos los agoreros que nos dicen que el 2011 será tan malo -o peor- como el 2010, el otro día hacía la siguiente reflexión: como nos dejemos arrastrar por dichos agoreros, nos espera un año muuuuuuuuuuuuuuuy largo. Así que vamos a pensar con optimismo, que será un gran año.

    Este inicio de 2011, no es distinto a otros inicios de año: un cheque en blanco, por rellenar.

    Por último, respecto a tu reflexión, "Resulta ridículo pensar que el cambio de dígito vaya a marcar alguna diferencia en nuestras vidas,... y empezar de nuevo una y otra vez", me recuerda a la reflexión del zorro y los ritos:

    "Los ritos son necesarios.

    -¿Qué son los ritos? -preguntó el Principito.

    -Se trata también de algo bastante olvidado -contestó el zorro-. Es aquello que hace que un día se diferencie de los demás, una hora de las otras horas. Te daré un ejemplo. Entre los cazadores hay un rito. Todos los jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Para mí el jueves es un día maravilloso, ya que paseo hasta la viña. Si los cazadores no tuvieran un día fijo para su baile, todos los días serían iguales y yo no tendría vacaciones."

    Es decir, somos nosotros los que hacemos que los días sean diferentes. El 31 es sólo distinto al 1, porque queremos que sea distinto. Ese es nuestro poder como co-creadores. Tener la capacidad de hacer que días que son aparentemente iguales sean totalmente distintos. Por eso son necesarios los ritos. Son fundamentales. Son los que hacen que los días no sean iguales.

    Y, evidentemente, el amor es nuestro poder transformador. Pero para transformar, hay que dejarse transformar.

    ¿Nos transformamos?

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  5. Hola Maya!
    Soy Cher...´
    Una vez más tus letras unidas formando palabras em encnatan y me hacen sentir como dices tú lo que es vivir y pensar ... Creo que es mecesario como muy bien dices que todos los cambis (y en este caso el de año) son para avanzar y mejorar ya que sino..mal asunto! o por lo menos en mi caso creo que un dia caería de los golpes y pudiera ser que no em volviera a levantar asique sí...bendita esperanza y benditos los cambios para bien!.
    No creo que el 2011 vaya a ser mi año....o un simil pero sé que diferente al 2010 será por muchas cosas pero sobre todo porque si algo he aprendido ( y te voy a decir una frase hecha..) "NO DEJO QUE LA VIDA ME GUÍE PORQUE HE NACIDO PARA SER SOBERANA DE ELLA..." Asiqeu sí...las cosas que no puedo cambiar o entender..pues nada...ahí están formando parte de mi entorno pero sno son protagonistas. En cambio, las cosas que yo quiero, necesito y sé que puedo ambiarla..eso sí son actores secundarios pero solo eso...SECINDARIOS..poruqe la principal SOY YO.
    Una vez creo que te dije que hay cicatrices y heridas que merecen la pena sufrir y tenerlas poruqe una vez cerradas el verlas nos hacen recordar lo mal que lo pasamo spero como dice la canción...QUÉ BIEN ESTOY AHORA!!! jajajajaja.
    Maya...el 2011 es un año bonito porque lo digo yo y listo..y como tú estás en él...aún más bonito y especial!!!
    Aquí me tienes..por muy dejada que sea de telefonos y agnedas..al 100% para tí...PURA VIDA.

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  6. Hola Maya!!
    Aunque estas no han sido las mejores navidades de mi vida... de hecho... creo que han sido las peores... yo también pienso que la noche del 31 de diciembre es una noche mágica, en la que se pueden dejar atrás las malas cosas... no me gustaría perder esa esperanza nunca... porque de ilusiones vive el hombre, y la esperanza es lo último que se pierde.. no??

    De todas formas... me ha encantado volver a leerte y que nos muestres así tus emociones y sentimientos...

    Mil besos y abrazos!!

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  7. Bueno, vamos a intentar reconstruir aquel comentario que hice, como suelo hacer, con el post todavía calentito, pero por misterios del cibercosmos, se perdió en el limbo del TCP/IP.

    Decía, a primeros de Enero, que este año es todavía un cheque en blanco. Que no hay que hacer caso a los agoreros que dicen que será todavía peor que el 2010. Harto difícil, no te parece. Además, por puro sentido práctico: si pensamos eso a 1 de Enero... nos espera un año muuuuuuuy largo.

    Pero respecto a lo primero que dices, que resulta ridículo pensar que el cambio de dígito va a hacer diferencia, he de decir que la diferencia la hacemos nosotros. Nosotros somos responsables de que el 1 de Enero sea un día especial, y por ende, de que el 2011 sea un año distinto. Como decía un buen amigo mío, los ritos son necesarios. Son lo que hacen que un día sea diferente de los otros.

    Eso es lo grande. Que días, años, aparentemente iguales, los hacemos distintos, igual que hacemos que personas aparentemente iguales, de repente, a alguna la hacemos distintas, especiales. Tenemos un poder que subestimamos. Y ese poder transformador que tenemos nos hace Creadores. Esa es la labor creadora que tenemos encomendada. Transformemos el mundo.

    Cierro con una cita del tío Ben (que no del tío Benyas): "Un gran poder exige una gran responsabilidad".

    Besos con retraso.

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