sábado, 17 de abril de 2010

Balones de tarde de sábado.

Me están volviendo loca esos niños... Hay una gran pared frente a mi casa, que tres niños utilizan desde hace horas para hacer rebotar un balón de fútbol. Me las prometía muy felices en mi Palacio del Silencio, y me veo irritada por un ruido que martillea mi cabeza, ya de por sí perjudicada por la pesadez del nublado.

No sé qué me enerva más, si el ruido del balón o las risas felices de los niños. Siempre tengo la sensación de que hay una confabulación del mundo para recordarme que, mientras yo no sonrío, otros sí lo hacen...

Intento recordar mi risa cuando era niña, pero lo cierto es que no me recuerdo nunca especialmente risueña. Mis libros, mi soledad, mi peculiaridad, siempre me han acompañado. Quizá no me doy cuenta de cuándo río porque no le doy importancia. El caso es que yo nunca jugué en la calle dando patadas a un balón, por eso me está costando reprimir las ganas de asesinar a los tres muchachitos. Es más fácil cuando uno puede ponerse en el lugar de otros. Como cuando a las 3 de la mañana pasan veinteañeros bajo mi ventana cantando desaforados, y yo pienso "No te quejes, que no hace tanto que tú lo hacías..."

Y por una vez en meses deseo que vuelva la lluvia intensa, y que los pequeños futbolistas desaparezcan de aquí. Por supuesto, mi deseo no sólo no se cumplirá, sino que, tiempo al tiempo, acabará brillando el sol, como si de una ironía de la meteorología se tratara...

E intento concentrarme en algo, y recuerdo la vieja idea de crear un blog, y, animada por la novedad del tema, me encuentro delante de estas plantillas, que apenas sé utilizar, y decido empezar a escribir antes de seguir investigando, por si se me pasa la pasión del antojo, como tantas otras veces...

Busco un nombre que me identifique, y pienso en una realidad de mi vida: no encuentro mi sitio. Vaya, no hay suerte, necesito otro, porque el enlace ya existe, y veo de reojo el libro que estoy leyendo, Maya Fox "La elegida", literatura adolescente agradable para una tarde solitaria de sábado, y pienso que Maya es un bonito nombre. ¿Por qué no?

No encuentro mi sitio. Estoy viendo la vida pasar frente a mí, como un tren, que a veces va lento y a veces apenas lo siento pasar, y se me está escapando. Veo a los pasajeros, la gente que me acompaña en mi vida, subidos en ese tren. Algunos ya ocupan cómodamente sus asientos. Tienen, incluso, los pies en alto, y leen un libro, mientras sus niños corretean por los vagones. Otros van de vagón en vagón. Aún no se han sentado, pero tienen su billete en las manos, y caminan seguros hacia el asiento adjudicado.

Hay quienes caminan inseguros a lo largo del pasillo. Se sientan en un sitio y en otro, concientes de que tienen todo el tiempo del mundo para elegir un asiento definitivo.

Y luego estoy yo. No me subo al tren. No sé hacia dónde dirigirme ni dónde sentarme, así que sigo en el andén, esperando alguna especie de revelación, un gran letrero luminoso que me indique a qué dichoso vagón subirme. No sucede, y sigo esperando...

Y me veo aquí, a punto de cumplir 35 años, completamente perdida, desquiciada por el sonido de un balón en la calle, y utilizándolo como pretexto para esta primera entrada de lo que no sé si seré capaz de continuar...

Voy a intentar personalizar un poco esto, por si se da el caso de que finalmente siga con el plan. Si hay alguien al otro lado de estas letras además de mí misma, "HOLA".

MAYA

7 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! A por la novela...je,je

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  2. Fantástica incluso estando "perdida". ¡HOLA!

    (Deseando seguir leyéndote)

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  3. Muy intimista. No todo el mundo tiene esta facilidad de desnudarse. Es un mensaje nada banal, nada vacío, nada trivial. Todo lo contrario, agarra fuerte. La importancia de la forma queda ahogada por la fuerza de tu voz. Te diría 1000 cosas... de las que probablemente ya te he soltado 500 ;). Besos.

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  4. Con el tema de tu blog es inevitable hacer referencia a una película con uno de mis mejores papeles, "Un lugar en el mundo".

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  5. Enhorabuen por él!!! Y "Hola" a tí también. La.

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  6. Me sigue impresionando este primer post cada vez que lo leo.. Gracias Maya, por transmitirnos tanta belleza con tus pensamientos y meditaciones. Espero que sea el primero de muuuuuuuuuuchos!!

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  7. Hola!
    ... ¿No me ves en el anden?
    Yo tengo casi los 39 y aquí estoy.... sí, soy yo, el que sonríe.

    Me ha gustado.
    Suerte.
    Marcos

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