sábado, 24 de abril de 2010

Los sonidos de mi silencio

Mi Palacio del Silencio, mi hogar, mi pequeña casa, no es un lugar tan silencioso. El silencio nunca es silencio absoluto. El silencio del que disfruto está repleto de ruidos. Los que llegan desde la calle, el televisor encendido, aunque su volumen esté al mínimo, el ventilador del ordenador, la cisterna en el baño, el reloj del salón, el del horno... Todos estos sonidos son mi silencio del día a día, los que me acompañan cuando cierro la puerta tras de mí, los que anhelo cuando llevo horas fuera de casa... En realidad, es tan sólo un silencio de voces...

No soy capaz de llevar a cabo apenas nada sin la complicidad de éste silencio personal. No conozco otro modo de escribir o de leer.

A veces fantaseo con la posibilidad de pasar unos días de reflexión en soledad, lejos del Palacio, en algún lugar silencioso y hermoso, y me doy cuenta de que la belleza de esos lugares en los que pienso, también está unida a ciertos sonidos. El murmullo tranquilo del mar, o quizá las olas golpeando contra la orilla o las rocas; el viento meciendo las hojas de los árboles o las briznas de hierba; en la naturaleza, tampoco hay silencio...

Ni siquiera hay silencio dentro de mí. Quizá no verbalizo esos sonidos, pero viajan por mi interior. Son sonidos de recuerdos, canciones que me persiguen, historias que me invento para mí misma...

No me siento sola con frecuencia, ni siquiera pasando tanto tiempo en soledad. Esa falta de silencio siempre me acompaña: los avisos del messenger, un sms, un correo electrónico. Por mucho que disfrute de mi aislamiento, he de reconocer que cada uno de esos sonidos suele provocarme una sonrisa, porque son el motivo de que no me sienta sola... Y cuando salgo de mi fortaleza, de mi burbuja de estupidez, estos pequeños sonidos se convierten en vosotros, las personas que los enviais, las que preguntáis por mí al otro lado de un teléfono o un ordenador. Y mi silencio se llena de voces y risas, de cariño y de esperanza, y es en esos momentos cuando soy plenamente consciente de que adoro mi soledad y silencio porque, gracias a vosotros, puedo salir de ella cuando me apetece.

(Para una de las personas que siempre está cerca, con su voz o sus letras, la niña del cumpleaños, 26 de abril de 2010. Felicidades, pequeña. TE QUIERO)


MAYA.

4 comentarios:

  1. Solo un par de cosas... IMPRESIONANTE... y GRACIAS!! Gracias por todo... Me encanta leerte mi niña... Sigue así!! MUAK

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  2. Muy bonito Maya. :) En serio.

    Me alegro que te hayas hecho un blog. :)

    ¿Cuarto tatuaje? :P

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  3. He oido a mucha gente decir que le espanta el ruido del silencio... me alegra que a ti no te pase....
    un besazo,
    Tony

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