viernes, 18 de febrero de 2011

Añoranza.

Las vida es algo extraño, nos mima y nos golpea a partes iguales, aunque a veces nos sentimos tan desbordados por los golpes que nos cuesta recordar que, en ciertas ocasiones, nos ha tratado maravillosamente.

Lo mismo sucede con las personas, y, puesto que algunas son dueñas de nuestros sentimientos y residen en nuestro corazón, esos que más nos quieren, son los que tienen poder para golpearnos y hacernos sufrir, y las heridas que nos provocan a veces son tan dolorosamente intensas que hacen que la felicidad que nos hicieron sentir en otros momentos se desvanezca hasta el punto de parecer que no han existido nunca. Y, dejamos marchar a esas personas, y ellos nos dejan marchar, y superamos su ausencia, seguimos avanzando sin ellos y de pronto, un día, una cara conocida en el autobús, una asociación de ideas, y un montón de recuerdos nos abruman.

Esos recuerdos llevan a otros, y mi mente vuela al pasado más reciente y al más lejano de mi vida, esa vida en la que existían personas que, por diferentes motivos, ya no forman parte de ella y pienso... ¿cuánto tiempo hace falta para dejar de echar de menos a alguien?

Por nuestra vida pasan muchas personas, pero sólo algunas de ellas dejan una impronta auténtica, imborrable, capaz de despertar en nosotros una sonrisa con su simple recuerdo, y de pronto, de la forma más sorprendente, te encuentras echando de menos a alguien a cuya ausencia ya te habías acostumbrado. Y te asombra, sobre todo, cuando a tu alrededor se mueve tanta gente maravillosa que crees que ya no hay espacio para nadie más en tu corazón, y sin embargo, te das cuenta de que ese pedacito de tu alma que perteneció a esa persona, aún es suyo.

El amor que repartimos es como un gran tejido elástico. Cede y se retrae a nuestro antojo y cuanto más amor regalamos, más queremos regalar, sobre todo si ese sentimiento es correspondido, y en nuestro corazón hay cabida para una gran cantidad de personas, del mismo modo que los que se empeñan en no amar, o lo hacen de una forma muy controlada, marchitan su capacidad para hacerlo y su gran tela elástica pierde su elasticidad.

Echar de menos a alguien que ya no comparte nuestro tiempo no es más que otra forma de amar, una forma un poco más dolorosa y nostálgica, sobre todo cuando rememoramos a personas que se fueron para siempre, pero al mismo tiempo con un matiz de generosidad, puesto que llegados a cierto punto de no retorno, ya no esperamos nada a cambio. Cuando añoramos a alguien que abandonó nuestra vida tiempo atrás, como me sucedió el otro día, el recuerdo y la consciencia de esa añoranza es agridulce, y provoca una cierta inquietud, e incluso un deseo de volver a acercarnos a esas personas. El paso de los días convierte esa inquietud en melancolía y un poco más tarde el recuerdo vuelve a ser tenue y casi imperceptible...

Y pasarán meses, quizá, sin que volvamos a pensar en esa persona, y sin más, algo la traerá volando a nuestro recuerdo y pensaremos, quizá, ¿cuánto tiempo se puede echar a alguien de menos? ¿Es posible echar de menos toda la vida? ¿Lo es...? Lo es...

MAYA.

(para Lore, que tiene un corazón tan grande, que no es una tela elástica, sino una carpa de circo, y que tiene la capacidad de amar sin condiciones y sin esperar nunca nada a cambio. Recuerda, echar de menos sigue siendo amar...)

13 comentarios:

  1. Echar de menos a alguien significa que aun no lo hemos olvidado, reconocer que aun pensamos en esa persona, por mucho tiempo que transcurra y creamos haberla olviado para siempre y por mucho mal que esta nos haya hecho.... siempre habra momentos en que pienses en esa persona. Cualquier accion o recuerdo puede hacer salir de ti la parte mas sensible y hacerte añorar a alguien. Ademas cuanto mas tiempo hace que no tienes contacto con esa persona mas incapaces somos de recordar algo malo de ella...A mi a menudo me pasa y solo soy capaz de recordar los momentos bonitos y felices vividos juntos (y me gustaria pensar que a la otra parte le pasa exactamente igual), por eso creo que es en ese momento cuando mas necesidad sentimos de acercarnos de nuevo a esa persona, de intentar al menos saber como esta o como le va (incluso es aun mas fuerte esta sensacion si sabemos su tlf, mail o direccion), y es como tu dices de pronto te pones a hacer otra cosa y es como si ese pensamiento nunca hubiese ocurrido, te vuelves a olvidar de esa persona hasta que el destino te pone en alguna situacion que evoca recuerdos que te vuleven a llevar a pensar en ella...


    P.D. para que luego no digas que no te comento, esta vez he intentado leer y comentar lo mas rapido posible....sin que sirva de precedente eh??

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  2. Sin ir más lejos, esta semana tuve en casa a un amigo que hacía la friolera de 25 años que no nos veíamos. Nos sorprendía a nosotros mismos que personas de tus 12-13 años te hayan marcado tanto. Disfrutamos de unos días juntos, los paseé a él y a su mujer por circuitos turísticos, y en el momento de despedirnos en Barajas... fue un momento de una gran tensión emocional.

    Aunque en el momento en que nos despedimos hace 25 años, no sabíamos si habría una próxima vez, la esperanza siempre se tiene. Es muy muy poca la gente a la que le cerramos la puerta para siempre, creo, las personas normales.

    Además, siempre nos quedará Facebook ;)

    Besos!!

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  3. Ole, ole y ole por estos lectores comentaristas rapidillos!!

    Estoy de acuerdo con Javier, pero lo de la puerta cerrada, Anónimo... Muchas veces es mejor dejar las puertas cerradas, no sea que al abrirlas se te cuele algo que no te hace bien. Eso sí, si los distanciamientos suceden sin más, porque la vida es así, y nos separa y reúne un poco a su antojo, bienvenidos sean todos los reencuentros!! En otros casos, prefiero los recuerdos...

    Besos a los dos!!

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  4. Golpes bajos, golpes duros, golpecitos, en definitiva GOLPES, que nos trae la vida en si misma.Pero, lo importante, o lo necesario para nosotros mismos, es saber encajar esos golpes y que los mismos no nos arrastren a un destino definitivo.Si, podemos llegar tan abajo y tan profundo por aquella persona que no esta en nuestra vida, que nos puede parecer que no sacaremos nunca la cabeza, pero el tiempo es sabio y decide que debemos nadar hacia arriba y que volvamos a respirar. El "amor" que desprendimos con la gente de nuestro alrededor es lo que nos dara esas fuerzas para poder nadar hacia arriba, ellos son los que con su "amor" no dejaran que nos quedemos ahi abajo.
    La respuesta a las ultimas preguntas, es aquella que nos da nuestro corazón, la mia es que si esa persona dejo una huella imborrable en ti, esa cicatriz siempre quedara, y su presencia hará que nunca caiga en el olvido esa persona, si ha sido una gran novia y es una gran mujer, siempre sera ella, UNA IMPRONTA AUTENTICA, A LA QUE HAY QUE DEJAR MARCHAR.

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  5. Es curioso como en la lectura de un texto, cada uno es libre de interpretar lo que quiere interpretar. Aclararé, de todos modos, que en ningún caso yo me refería a ninguna EX PAREJA!! Los recuerdos de los que hablo en este post están relacionados con antigu@s amig@s. En concreto, el encuentro con la hermana del que fue mi mejor amigo, mi hermano, mi escudero fiel.
    Me temo que yo hablaba de otro tipo de amor y otro tipo de cicatrices, estimado anónimo. Y sí, hay amigos a los que he perdido por motivos varios que no vienen al caso, y a los que voy a echar de menos mientras viva.

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  6. Querida Maya:
    A veces nos es imposible no recordar a ciertas personas que estuvieron en nuestra vida con algo de nostalgia. De hecho, al acordarnos de ellas recordamos también su influencia sobre nosotros. Es bonito recordar esos momentos y a esas personas, aunque ya no estén.
    A veces resulta doloroso recordarlas porque nos gustaría tenerlas aún a nuestro lado, pero no siempre es posible. Normalmente esos recuerdos son más bonitos si no recuerdas las cosas malas. Hacen que sientas más cariño por esas personas que consiguieron que tu mismo llegaras a ser lo que eres hoy en día.
    Personalmente quiero agradecer a todas esas personas, tanto las que están a mi lado aún, como las que no lo están por distintos motivos que no vienen al caso, todas las experiencias que me han dado, los consejos y el cariño recibido, porque gracias a ellos soy como soy ahora.
    Un beso muy grande Maya, porque tú eres una de esas personas que enriquece mi vida con su sola presencia.

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  7. Hola Maya! me he pasado a echar un vistazo a este tu rinconcito, y me ha encantado la entrada... me quedo por aquí para seguir leyéndote, ha sido un placer y me he sentido muy identificada, ,es verdad que hay gente que deja una huella tan grande que a veces vuelve a aparecer cuando ya parecía olvidado y despierta viejos sentimientos, que complejo, ¿verdad?
    un beso

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  8. Ayer volví a ver, después de más de un año, a quien fue mi mejor amigo del mundo mundial. Una persona de esas dos o tres a las que uno quiere tanto como a su familia más cercana. Mi emoción era tal que hasta el corazón se me salía del pecho queriendo buscar su abrazo. Casi había olvidado lo cálido que era el hacerlo.

    La sorpresa, la ilusión y las ganas hicieron que ese imán que tantos años nos unió (a pesar de todo) volviera a ejercer sus fuerzas de atracción y nos decidimos a entrar en un bar. ¡Qué frío! (¿o eran mis nervios los que me hacían tiritar?) ¡y encima pido una coca-cola! (dejarme la cazadora puesta no me hace entrar en calor). La conversación es banal, parece que ninguno queremos profundizar en cosas personales y elegimos lo fácil (¿has probado a montar un cluster JBoss sobre máquinas virtuales VMWare?). El imán empieza a perder fuerza (¿o estamos demasiado lejos como para sentirla?).

    Nos despedimos con un silencio que gritaba al unísono (¿nos volvemos a ver? ¿nos llamamos?). Sabemos que ahora nuestras vidas siguen caminos distintos y nos conformamos con sabernos queridos el uno por el otro (¡te quiero!) y, aunque no me gusta “vivir de las rentas”, me ha dado tanto mi querido amigo que tengo de él para toda una vida.

    ¡Qué frío! (Espero impaciente el paso de los días…)

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  9. Querido Angelus,

    Gracias por animarte a escribir por primera vez, aunque me leas desde el primer día. No dejes de hacerlo, por favor, porque tus palabras, igual que tu presencia, son fundamentales para mí.

    Sonia! Bienvenida a este pequeño espacio donde cada persona es importante. No espero más que te agraden mis letras y que conmpartas con nosotros tus opiniones. Gracias por leerme!!

    Polizón... Te echo tanto de menos, quizá, como tú echas en falta a ese gran amigo del mundo mundial. Tus líneas caldean un poco mi frío, pero espero que tu abrazo, que necesito desde hace meses, me haga entrar en calor finalmente. No esperes demasiado para dármelo, porque el invierno es duro... (Te quiero) Escribes tan bonito...

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  10. ¡Mi wapa! Estoy deseando verte (mira tu móvil :-))

    ... Tú sí escribes bonito, como toda tú.

    (Lov u!)

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  11. Una vez más, un post precioso. Poco tengo que añadir a aquello que tan bien has expresado.
    Únicamente una pequeña reflexión; creo que muy frecuentemente, lloramos más las ausencias de lo que disfrutamos las presencias.
    Afortunadamente (para mí, para todos los que leen este post,y para otra tanta gente), tú no te encuentras en ese grupo.
    Y ahora que por fin he logrado colgar un comentario... estarás contenta!
    Un beso

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  12. Estimada Maya, la añoranza es siempre agridulce.Por un lado te permite revivir los momentos compartidos y por otro te hace ser consciente de la ausencia.En mi caso, la ausencia más dolorosa es la de mi gente que se fue a las estrellas.Los recuerdo con una sonrisa en los labios y el inevitable picor de las lágrimas en los ojos. Para el resto de las ausencias comparto tu punto de vista: se marcharon y/o nos dejaron marchar. La amistad y el amor tienen muchas recompensas y exigen numerosos sacrificios. Ambas parten tienen que estar dispuestas a ellos. Cuando deja de compensar, pasan a formar parte de los recuerdos y el pasado. Esos maravillos recuerdos que nos han hecho llegar hasta aquí y que casi siempre consiguen arrancarnos una sonrisa. Atentamente, Nube.

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  13. Hola mi niña!! Por fin he encontrado las fuerzas,y el momento para escribir... lo primero de todo GRACIAS!! Gracias por esa dedicatoria, Gracias por escucharme, Gracias por estar a mi lado en estos momentos no tan buenos para mí... GRACIAS POR TODO!!
    Es curioso como nuestra mente y nuestro corazón juegan a su antojo... tú le dices a tu mente: "tal persona, es mala para mi, no voy a darlo mas vueltas, me hace mal,se acabó..." pero luego llega tu corazón, y un día sin previo aviso decide dar un vuelco, y te acuerdas de esa persona, y sonríes, y echas de menos, y te preguntas..."¿qué sera de ella?¿estará bien?¿le pasará algo?" y ya estás con el come-come... ¡hay que ver cómo somos...! ¿¿verdad??. Al menos esto es lo que me pasa a mi con esas personas que me han apartado de su vida, da igual el daño que me hayan hecho, si es que ha sido ese el caso... el día menos pensado, están otra vez en mi mente... Lo que me está resultando mas difícil (supongo que sea hasta que me acostumbre) es a añorar a los que se han ido y que se que no voy a volver a ver hasta que termine esta etapa de mi vida y empiece la siguiente... se que es ley de vida, pero es duro, difícil y muy doloroso... en fin... ¿qué le vamos a hacer?... tendrá que ser así...
    Como dice mi querida Nube, es una sensación agridulce, no podría estar mas de acuerdo.

    Lo dicho, que muchas gracias por tus palabras, que es un placer leerte y que TE QUIERO UN MONTÓN!! Millones de besos!!

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